Nicaragua concluyó el año 2024 con un total de 802.372 trabajadores afiliados al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), lo que representa un aumento del 1,3 % respecto a 2023, cuando se contabilizaron 791.913 asegurados, según datos publicados por el Banco Central de Nicaragua.
El informe oficial detalla que el incremento interanual de 10.459 nuevos afiliados se debe principalmente a una mayor contratación en los sectores de servicios —especialmente comercio y finanzas— y la industria.
No obstante, el crecimiento registrado aún se mantiene por debajo de los niveles de afiliación previos a la crisis sociopolítica que estalló en abril de 2018. Los afiliados actuales representan un 10,5 % menos en comparación con los 896.869 asegurados en marzo de 2018, un mes antes de iniciarse la convulsión social. Asimismo, están por debajo del pico más alto de afiliación, alcanzado en noviembre de 2017, con 921.328 trabajadores inscritos en el INSS.
De acuerdo con los datos oficiales, la cobertura actual del INSS abarca al 22,1 % de la Población Económicamente Activa (PEA) y al 11,8 % de la población total del país, estimada en 6,7 millones de habitantes.
La crisis de 2018 provocó la pérdida de 157.923 empleos formales, tras una ola de protestas que dejó al menos 355 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque organismos locales elevan la cifra a 684. El gobierno de Daniel Ortega reconoce “más de 300” fallecidos y sostiene que se trató de un intento de golpe de Estado.
Desde entonces, el país atraviesa una prolongada crisis política y social, acentuada por las elecciones generales de 2021, en las que Ortega fue reelegido en medio de fuertes cuestionamientos internacionales, con sus principales contendientes encarcelados o en el exilio.
Con información de Agencia EFE