La relación comercial entre El Salvador y el Reino de Marruecos comienza a perfilarse como una oportunidad clave en el proceso de diversificación de mercados para el sector industrial salvadoreño. Aunque el volumen de intercambio aún es modesto, ambos países han mostrado interés en fortalecer sus vínculos bilaterales, abrir nuevas rutas de exportación y promover una cooperación Sur-Sur basada en intereses estratégicos.
Según datos del Banco Central de Reserva de El Salvador y el International Trade Centre, las exportaciones salvadoreñas hacia Marruecos ya superan los $1.2 millones anuales, destacando productos como artículos plásticos (bolsas y empaques flexibles), café tostado, textiles técnicos y manufactura ligera. En tanto, El Salvador importa de Marruecos principalmente fibras sintéticas, materiales eléctricos y productos químicos para uso industrial.
Marruecos: un hub con acceso a Europa, África y Medio Oriente
Marruecos se consolida como un centro logístico y comercial en el norte de África, con acceso a mercados estratégicos como la Unión Europea, Medio Oriente y la Unión Africana. Para El Salvador, reforzar esta relación representaría una plataforma para el posicionamiento de bienes con valor agregado, especialmente del sector agroindustrial, textil y de alimentos procesados.
En un contexto en el que el país busca diversificar sus exportaciones más allá de su tradicional enfoque en Estados Unidos y Centroamérica, Marruecos aparece como un socio alternativo atractivo, alineado con una política de apertura comercial selectiva y estratégica.
Oportunidades concretas para la industria salvadoreña
Sectores clave identificados con potencial para incursionar en el mercado marroquí incluyen:
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Agroindustria: productos como café, azúcar refinada, frutas deshidratadas y salsas.
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Textiles técnicos: componentes para la industria de la moda rápida.
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Farmacéutica y cosmética natural: en respuesta al crecimiento del turismo y la demanda de productos funcionales.
Durante el último año, representantes diplomáticos de ambos países han manifestado interés en suscribir acuerdos de cooperación comercial y técnica, lo que abre una ventana de oportunidad para que gremiales como la ASI impulsen misiones empresariales, ruedas de negocios, participación en ferias internacionales y espacios de intercambio técnico en áreas como innovación, economía circular y sostenibilidad.
Aunque el comercio actual es incipiente, la relación entre El Salvador y Marruecos representa una apuesta estratégica no tradicional, con capacidad para posicionar a la industria nacional en nuevos mercados, generar diferenciación y atraer inversión extranjera en sectores de alto valor.