El Gobierno de Panamá anunció la implementación del Programa Nacional de Mezcla de Bioetanol, una ambiciosa iniciativa orientada a estimular el desarrollo rural, atraer inversión privada y reducir la dependencia de combustibles fósiles importados. La estrategia forma parte del nuevo modelo de transición energética y reactivación económica liderado por el presidente José Raúl Mulino.
El programa contempla la introducción progresiva de una mezcla del 10% de etanol en las gasolinas, con fecha de inicio en el último cuatrimestre de 2026. De acuerdo con el mandatario, esta medida permitirá generar más de 30,000 empleos directos e indirectos y movilizar inversiones superiores a los 400 millones de dólares en los próximos cinco años.
“La implementación del bioetanol abre una ventana de oportunidades para la agroindustria, particularmente para el sector cañero, y representa un paso firme hacia la sostenibilidad energética y la reactivación económica en zonas rurales”, afirmó Mulino.
La iniciativa estará liderada por la Secretaría Nacional de Energía, en articulación con distintos ministerios e instituciones públicas. El plan responde a una estrategia nacional de diversificación energética y al compromiso del país con los objetivos climáticos internacionales.
Durante los últimos meses, el Ejecutivo ha avanzado en los estudios de viabilidad técnica, regulatoria y logística necesarios para la puesta en marcha del programa, incluyendo mesas de trabajo con productores agrícolas, refinadores y distribuidores de combustibles, con el fin de garantizar una implementación eficiente y alineada con la capacidad productiva nacional.
Según el secretario de Energía, Juan Manuel Urriola, la mezcla de bioetanol no solo permitirá reducir el volumen de combustibles importados y su impacto fiscal, sino que también mejorará la competitividad del país al promover un modelo de desarrollo económico más resiliente y sostenible.
“El bioetanol es una apuesta estratégica por el crecimiento inclusivo. Potenciaremos el agro, atraeremos inversión y aportaremos a los compromisos climáticos de Panamá”, recalcó Urriola.
El Gobierno reafirmó su compromiso de ejecutar el programa bajo altos estándares técnicos, sociales y ambientales, asegurando beneficios concretos para la economía, el empleo y la sostenibilidad del país.